Esta nueva estrategia pedagógica que está aumentando la motivación de los niños y jóvenes por aprender, es un modelo centrado en el estudiante que consiste en hacer la instrucción directa fuera de clase para aprovechar el tiempo presencial aumentando las interacciones personalizadas entre el profesor y el alumno.
En las clases tradicionales el contenido se presenta en el salón y las actividades prácticas se asignan como trabajos en casa; el aprendizaje invertido propone mejorar la experiencia en clase convirtiendo al profesor en un orientador durante todo el proceso de enseñanza donde él ya no será la única fuente de información. Además, al utilizar herramientas básicas que enriquezcan el conocimiento fuera del aula, convertimos el salón en un escenario para realizar actividades más significativas que se enfoquen en la interacción y participación de los alumnos: discusiones, proyectos, laboratorios, entre otros.
Los recursos audiovisuales son un instrumento para explicar conceptos o comunicar las ideas, si los usamos de forma creativa pueden convertirse en un poderoso medio de interacción. Como explica el Observatorio de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, en este modelo no solo se trata de usar estos recursos para que expongan el contenido antes de la clase, también hay que tener en cuenta otros elementos que son clave para el aprendizaje invertido:
- Investiga: antes y durante la implementación del modelo es importante que indagues en qué consiste y toda la información pertinente para conocer las implicaciones y tomar decisiones más acertadas.
- Plantea una estrategia: en las actividades presenciales es recomendable centrarse en habilidades para analizar, evaluar o crear y para los ejercicios fuera de clase las habilidades de recordar y comprender.
- Comienza con temáticas específicas: no es recomendable cambiar toda la clase en un solo momento, es mejor identificar algunos temas que sean pertinentes y evaluar los resultados para ir agregando más conceptos.
- Utiliza diferentes herramientas: ten en cuenta otros recursos como simuladores en línea, ebooks, libros, publicaciones periódicas y más, que se pueden adaptar mejor a tus objetivos.
- Crea contenidos interactivos: deben ser breves, pero dinámicos para mantener la atención del estudiante, además es recomendable incluir actividades de evaluación y retroalimentación.
- Comprueba la consulta de contenidos: implementa un método que te permita cerciorarte de que los estudiantes hayan consultado las herramientas antes de la clase.
Este modelo que está innovando el mundo de la educación, implica una gran responsabilidad en la creación de materiales, actividades y en la creatividad para repensar cómo emplear efectivamente el espacio en el salón de clase. Por esto, necesitamos docentes que se unan a este reto, que definan qué cambiar y cómo hacerlo y que sepan maximizar el tiempo con cada uno de sus estudiantes porque el profesor sigue siendo el motor de esta transformación.